Antes de coger el avión para ir a Berlín no pudimos resistir la tentación de acudir a una cita ineludible como fue el concierto de Les Georges Leningrad en la sala Siroco (ya se que ha pasado algo de tiempo pero es que estuvo fenomenal). Los de Québec (¿Quebecuas?) salieron disfrazados de superhéroes bizarros y nos presentaron su peculiar forma de ver el art punk, post punk o como se le quiera llamar. La cuestión es que armados de batería, sintetizadores y un bajo ocasional, los tres integrantes del grupo supieron dar solidez a una propuesta que en disco tiene momentos de autentico desvarió. Todo lo contrario que en directo, la cantante ataviada con un singular cruce entre enfermera psicópata y Nancy de frenopático nos obsequio con una puesta en escena donde actitud y buen hacer fueron una formula irresistible. Ritmos desfrenados, electrónica de desguace y una voz cavernícola como formula infalible de una propuesta original y de alto voltaje. El batería como curiosidad se dedico a hacer numeritos de contorsionismo y nos deleito con alguna de sus habilidades como fue lanzar un lapo al aire y volver a tragárselo, lo que en cierto modo agradecemos ya que decidió no compartirlo con el publico. Un diez y la próxima vez que vuelvan no deberíais perdéroslo.
lunes, enero 08, 2007
EL HOMBRE DESACTUALIZADO
Antes de coger el avión para ir a Berlín no pudimos resistir la tentación de acudir a una cita ineludible como fue el concierto de Les Georges Leningrad en la sala Siroco (ya se que ha pasado algo de tiempo pero es que estuvo fenomenal). Los de Québec (¿Quebecuas?) salieron disfrazados de superhéroes bizarros y nos presentaron su peculiar forma de ver el art punk, post punk o como se le quiera llamar. La cuestión es que armados de batería, sintetizadores y un bajo ocasional, los tres integrantes del grupo supieron dar solidez a una propuesta que en disco tiene momentos de autentico desvarió. Todo lo contrario que en directo, la cantante ataviada con un singular cruce entre enfermera psicópata y Nancy de frenopático nos obsequio con una puesta en escena donde actitud y buen hacer fueron una formula irresistible. Ritmos desfrenados, electrónica de desguace y una voz cavernícola como formula infalible de una propuesta original y de alto voltaje. El batería como curiosidad se dedico a hacer numeritos de contorsionismo y nos deleito con alguna de sus habilidades como fue lanzar un lapo al aire y volver a tragárselo, lo que en cierto modo agradecemos ya que decidió no compartirlo con el publico. Un diez y la próxima vez que vuelvan no deberíais perdéroslo.
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